LGBTQ+ no debería tener una correlación automática a una ideología política.
Poniendo mi opinión en perspectiva:
La comunidad LGBTQ+ está formada por personas, no por una ideología en sí misma. Lo único que une a sus integrantes es que, en términos de sexualidad e identidad de género, no encajan en el común denominador heterosexual y cisgénero.
Por eso, asumir que toda la comunidad es de izquierda es una generalización excesiva. Dentro de la comunidad LGBTQ+ hay personas de todos los espectros políticos, económicos y religiosos, incluyendo aquellas con posturas conservadoras o de derecha.
Históricamente, los movimientos progresistas han sido los principales impulsores de los derechos LGBTQ+. Partidos de izquierda han abogado por la legalización del matrimonio igualitario, leyes antidiscriminatorias y derechos trans. Sin embargo, esto no significa que toda persona LGBTQ+ sea de izquierda ni que no existan personas LGBTQ+ con posturas conservadoras o liberales.
Un ejemplo claro de la falta de pensamiento crítico es ver a personas LGBTQ+ usando camisetas del Che Guevara solo porque es un símbolo de la izquierda, sin saber que él mismo persiguió y encarceló a personas homosexuales en campos de trabajo en Cuba. Esto muestra que muchas veces se sigue una ideología por inercia sin investigar lo suficiente.
También es un error decir que una persona LGBTQ+ no puede ser de derecha o religiosa. La derecha no es un bloque homogéneo y tiene diferentes corrientes. Mientras que la derecha conservadora ha usado discursos anti-LGBTQ+ para captar el voto tradicionalista, el liberalismo y el libertarismo defienden la libertad individual, lo que en muchos casos incluye la orientación sexual y la identidad de género bajo la lógica de que el Estado no debería interferir en la vida privada.
La idea de que la Biblia condena la homosexualidad suele basarse en pasajes como Levítico 18:22. Sin embargo, si se interpretara la Biblia de manera estricta, también habría que aplicar otros mandatos, como Éxodo 35:2, que ordena ejecutar a quienes trabajan en sábado. En la práctica, muchas personas LGBTQ+ siguen siendo creyentes porque interpretan la fe desde principios como “amar al prójimo” y la idea de que solo Dios puede juzgar.
No se puede meter a toda la comunidad LGBTQ+ en una sola caja ideológica. Aunque la izquierda ha estado históricamente más alineada con la lucha por los derechos LGBTQ+, hay personas queer en todos los sectores políticos y religiosos. Reducir la identidad LGBTQ+ a una sola ideología es simplista y limita la diversidad de pensamiento dentro de la comunidad.
TL;DR: La comunidad LGBTQ+ no es inherentemente de izquierda ni de derecha. Aunque la izquierda ha apoyado históricamente sus derechos, hay personas LGBTQ+ con ideologías conservadoras, liberales o religiosas. Asumir lo contrario es una generalización y no permite ver la diversidad dentro de la comunidad.